Según la Ley Laboral de Nueva York (“NYLL”), ya era ilegal para un empleador despedir, amenazar, penalizar o de cualquier otra manera, discriminar o tomar represalias contra cualquier empleado, porque el empleado haya presentado una queja de que su empleador ha violado la NYLL o si tiene la intención de iniciar un procedimiento bajo la NYLL.
Sin embargo, la nueva ley amplía este lenguaje, que aclara que las represalias incluyen informar o amenazar con informar la sospecha de ciudadanía o estado migratorio de un empleado o la familia de un empleado a las autoridades federales, estatales o locales. La fiscal general del estado de Nueva York, Letitia James, propuso esta expansión debido a los crecientes informes de que los empleadores estaban amenazando a los trabajadores indocumentados con una posible deportación por defender sus derechos. James reconoció que los inmigrantes son más propensos que los ciudadanos estadounidenses a ser víctimas de robo de salarios, acoso sexual y clasificación errónea como contratistas independientes en lugar de empleados con derecho a beneficios. Sin embargo, muchos de estos actos ilegales de los empleadores no se denuncian por temor a represalias en forma de amenazas de deportación.
Para los inmigrantes indocumentados, enfrentar represalias puede ser tan aterrador, si no más, que las acciones adversas de un empleador. Si usted o alguien que conoce está experimentando un ambiente de trabajo tóxico o peligroso, es importante recordar que es ilegal que su empleador tome represalias contra usted por informar sobre una conducta ilegal, independientemente de su estado migratorio.
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